Vamos a empezar a utilizar el Dropbox. Esta herramienta es un "adiós al pen". Con el Dropbox puedes tener tus datos en un servidor de Internet que funcionaría a modo de pen universal. Es decir, tú pones tus archivos en la carpeta de Dropbox (que la tienes en tu escritorio, como cualquier otra carpeta), la diferencia es que lo que metes en ella puedes obtenerlo después desde cualquier ordenador con acceso a Internet.
Además esos datos puedes compartirlos con quien tú quieras. Nadie más que las personas a las que invites a compartir las carpetas y los archivos podrán ver lo que hay, los demás ni siquiera saben que existen.
Se acabó ir rotando un pen cargado de fotos y que se le olvide a la persona que le toca traerlo hoy, por ejemplo. Es como cuando en el Tuenti etiquetas una foto y todas esas personas pueden acceder a ella, por ejemplo, lo que pasa es que con el Dropbox son archivos exactamente igual que los demás de tu ordenador; puedes copiarlo, pegarlo, borrarlo, moverlo...
Pero tienes que tener cuidado, porque lo que tú haces en tu carpeta compartida del Dropbox, le aparece al resto de personas que comparten esa carpeta o ese archivo; si borras un documento no se borra únicamente de tu carpeta, se borra de la de todos.
El Dropbox puedes descargarlo en Internet de forma gratuita. Para ello tienes que crearte una cuenta de Gmail, recibir una invitación de alguien que ya lo tenga y luego registrarte en Dropbox con esa cuenta.
