Actualmente en las aulas vamos a encontrarnos niños que son
nativos digitales. La realidad con la que no vamos a encontrar es que ellos
saben usar las tecnologías incluso mejor que nosotros. La educación tal como
está hoy día y nosotras como maestras, desaprovechamos ese potencial.
Para demostrarnos la ineficacia y lo poco que ha avanzado la
educación, nos pusieron el ejemplo de un cirujano y un maestro congelados hace
100 años y descongelados actualmente; el cirujano no sería capaz de reconocer
el quirófano, mientras que las aulas no han cambiado casi nada. La verdad es
que es una forma muy impactante de hacernos ver la realidad de la escuela.
El centro de ellas es un centro digital inteligente; cuentan
con todo lo último del mercado que hay en el tema, pero efectivamente esto supone
muchos retos y muchas incertidumbres; cómo se van a usar y si eso mejora el
aprendizaje de los niños. El hecho de introducir las tics no es hacer lo
mismo pero con otros recursos. Como ya nos han dicho mil veces, si la pizarra
digital va a servir para hacer lo mismo que en las pizarras tradicionales, no
merece la pena porque es un gasto tremendo que no tiene sentido.
Las Tics, al contrario de lo que popularmente se cree, no
son una panacea, no son una poción mágica; los niños no van a aprender más,
mejor y más rápido, ni tienen porqué suponer tampoco una dificultad para los
profesores. Hay que ver las Tics como un acceso a numerosas posibilidades
educativas, siempre que se usen de una manera racional, con contenido
curricular y dentro de una formación integral. Por ejemplo, el uso de internet
no sirve sólo para dedicarnos a ponerles vídeos de youtube a los niños en
infantil. Tenemos un potencial educativo muy grande y unos niños que vienen con
muchas ganas y sabiendo usar las herramientas, muchas veces incluso mejor que
nosotros y eso lo tenemos que aprovechar al máximo. Lo importante en las tecnologías, como en
cualquier otro recurso como puede ser la tiza, es ver el contenido curricular
que podemos sacar de él.
Muchas veces pensamos también que las tecnologías están para
sustituir la labor del docente, porque las asociamos a la autocorrección, el
auto aprendizaje, etc., pero la labor del docente no pude sustituirse por el
uso de las tecnologías, sino que tienen que enseñar a aprender a aprender.
Además hay que renovarse. Si estamos haciendo una y otra vez
lo mismo y esperamos diferentes resultados, nos estamos equivocando. No podemos
usar la pizarra digital para hacer lo mismo que hacíamos en la pizarra
tradicional, ni podemos decir que tenemos libros digitales si se trata de un
libro escaneado en PDF… tenemos que utilizar los recursos de manera diferente
para conseguir resultados diferentes.
Para el alumno suponen nuevos lenguajes y una alfabetización
tecnológica, porque aunque en casa ya han manejado muchas herramientas, muchas
veces no saben acceder a la información, no encuentran el contenido, no saben
para qué sirve… no conocen las utilidades profundas. Hay que enseñarles a
usarlas con sentido común. No todo lo que sale en internet es bueno, por eso
los docentes tenemos que enseñarles a
discriminar y orientar el uso guiado de todos estos recursos tecnológicos.
Yo como docente le voy a enseñar a sacar de cada recurso la máxima
potencialidad educativa.
Los docentes tenemos que saber cómo usar esa tecnología. Es
necesaria una formación técnica tanto en el software como en los recursos y
herramientas que podemos enseñar o elaborar para el aula. NO se usan los
recursos como entretenimiento; si no sabes para qué usar un recurso, con qué
función usarlo, no lo uses. No hay que usar todos los recursos disponibles
(porque es imposible), sino buscar recursos concretos para necesidades
concretas. (Como el otro día en clase, cuando Alicia nos explicaba muchas
formas de hacer actividades de pizarra digital, pero yo no les veía la
pedagogía; es justo eso, no hay que hacer actividades por hacer, sino sabiendo
y siendo consciente en todo momento de lo que están aprendiendo con cada cosa)
Hay que planificar con una nueva metodología, pero también
en base a unos contenidos, a unos objetivos, a unas competencias, etc. Usamos
estos recursos porque son más atractivos y les abren a un mundo nuevo, pero no
podemos olvidar que nuestra labor es como maestras.
Todo esto tiene que tener una evaluación; en internet no
todo vale, tenemos que enseñarles a aprender a aprender. Ellos tienen que saber
que hay cosas que están bien, cosas que están mal y cosas que están regular y también
tienen que ser conscientes de que pueden hacer las cosas bien, se pueden
mejorar, se pueden hacer las cosas mal y se pueden mejorar… todo es mejorable,
pero todos tiene que saber cómo lo están haciendo. Tienen que aprender a
hacerlo bien, con nuestra ayuda, buscando otros recursos, etc.
Un maestro se tiene que formar continuamente para saber dar
respuesta a las necesidades educativas y a las nuevas generaciones. Tenemos que
estar preparados para los cambios que se están produciendo y tener
predisposición para que se den estos cambios.
COMO CONCLUSIONES PODEMOS DECIR:
- Antes de utilizar cualquier recurso o aplicación hay que plantearse para qué sirve y qué van a aprender a partir de él.
- También hay que fomentar la auto crítica y la autoevaluación desde los niños más pequeños.
- Es muy importante la comunicación entre compañeros. Si has hecho un curso, o sabes usar un programa que te parece interesante para el aula, etc., hay que colaborar e impulsar el cambio.
- Tenemos muchos recursos, pero ahora tenemos que pensar cuál se adecua mejor a los objetivos que nos hemos planteado. Hay que saber usar las herramientas con sentido porque tenemos un currículo que cumplir.
- El fin de la educación es enseñarles a pensar por ellos mismos y ser capaces de adecuarse a todos estos cambios que se están produciendo cada vez más rápido.
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