martes, 4 de octubre de 2011

Temas con debate...

Hoy día se nos venden las nuevas tecnologías como cosas casi milagrosas o mágicas. Puedes saber lo que quieras cuando quieras, todo desde el sofá de tu casa. Ya no tienes ni que levantarte hasta la estantería donde están los libros. No necesitas ni siquiera tener delante un ordenador. Ahora tenemos acceso a las redes en el móvil, en la PDA… hasta en los reproductores de música.

Todo esto es muy bueno; estamos globalizando el mundo y el conocimiento. Pero hay que tener mucho cuidado con el avance de las máquinas; a este ritmo, el día que nos descuidemos, ¡LAS MÁQUINAS GOBERNARÁN EL MUNDO! Pero no de la forma que estamos acostumbrados a ver en las películas; no, nunca veremos ordenadores asesinos que arranquen su enchufe de la pared y se dediquen a ir matando personas. Pero sí que nos gobernarán en el sentido de que dependeremos de ellas hasta tal punto que no sabremos vivir sin ellas.

Hoy, plantearle a alguien que viva una semana sin electricidad es como pedirle que salte por una ventana. Mañana, que alguien no sepa, quiera o pueda entrar en una red social en un momento dado, será como encontrarnos a un neandertal paseando por el centro de nuestra ciudad.

Las tecnologías no son ni buenas ni malas, son herramientas, pero el uso desmesurado y mal gestionado de la tecnología y de Internet puede tener repercusiones negativas en las personas. Un artículo muy interesante sobre el tema, Google ya es parte de tu memoria, habla precisamente de este tema. En este artículo se habla de “el efecto Google”. Obtener todo lo que necesitamos a golpe de ratón levanta una gran polémica sobre si Internet está cambiando el cerebro morfológicamente o sólo su forma de actuar.

Sea como sea, es cierto que con Internet y otras tecnologías estamos dejando de lado ciertos aspectos de las capacidades humanas que se deberían desarrollar y que no estamos desarrollando. Como dice en el artículo, el uso de la memoria, por ejemplo, se atrofia en mayor o menor grado dependiendo del uso y el acceso que tengamos a herramientas como los ordenadores y el Internet. Estamos eliminando los esfuerzos de nuestro cerebro y estamos perjudicando cosas como la comprensión y la relación de ideas, la imaginación, la memoria a largo plazo, el interés por lo verbal… Aunque no todo es malo; la tecnología es más atractiva y fomenta el interés por aprender cosas nuevas, el auto aprendizaje o el desarrollo de la memoria visual, por ejemplo.

En fin, que no es que el uso de las tecnologías sea ni bueno ni malo, sino que la forma de utilizarlo puede ayudarnos o perjudicarnos. Utilizar estas herramientas como complementación nos permite alcanzar cosas que no serían posibles de otra forma, como memoria ilimitada o agilidad para crear cosas, etc.; Como se suele decir, lo perdido por lo aprendido; es decir, con un buen uso y gestión de estas tecnologías, las carencias que tienen las personas son suplidas por las máquinas, pero no podemos caer en el error de pensar que las máquinas lo pueden hacer todo: una máquina NUNA, JAMÁS, podrá hacer las cosas como una persona. Por tanto, no podemos dejar de ejercitar nuestras capacidades; no podemos dejar de practicar con la memoria, hay cosas que TENEMOS que saber; no podemos dejar de salir a tomar algo con los amigos porque el intercambio de todo lo que se produce en ese momento no se puede sustituir por una conversación en un chat.

Llevado a nuestras aulas, un niño al que sólo le enseñemos cómo buscar en internet las cosas y no le enseñemos algunas cosas necesarias, será un genio porque tendrá toda la información que quiera, pero será un niño robotizado. No sabrá relacionarse con otros niños sin un teclado de por medio. Le dirá a sus padres que las cosas le parecen “X D”… Además conocerá mucho pero no sabrá de nada, porque la forma de conocer por medio de Internet es muy superficial. Ha cambiado mucho la forma de leer la información.

En otro artículo, Internet cambia la forma deleer... ¿y de pensar? también se habla de este tema. Hoy día la gente ya no se para a leer un artículo entero (no veáis lo que me costó leerme a mí los dos que os he citado… menos mal que son interesantes), tenemos desentrenada la paciencia y la capacidad de extracción. Leemos un par de párrafos de cada lado y si no nos da la información masticadita, saltamos a otra página. De este modo lo que se consigue es que tengamos vagas ideas de muchas cosas, pero que no seamos capaces de mantener una conversación sobre un tema X que hemos estado ojeando en Internet. Además también estamos deteriorando la capacidad de mantener la atención en una cosa, porque estos saltos de páginas nos llevan de unos temas a otros y a otros… hasta que ya no queda nada del tema inicial realmente. Esta forma tan superficial de leer no nos permite pararnos a sacar nuestras propias ideas y conclusiones.

Personalmente, creo que la forma correcta de aplicar las tecnologías es utilizándolas como medio para mejorar o perfeccionar lo que nosotros ya tenemos o sabemos, pero no para sustituir esas cosas que deberíamos saber o tener; combinar nuestras capacidades con la ayuda de las nuevas tecnologías. La influencia y la forma de esa influencia dependerán del uso que hagamos nosotros de estas herramientas. Crear las dependencias que estamos creando tiene un alto porcentaje de probabilidades de que nos volvamos vagos intelectualmente, pero es un problema social que se puede solucionar con una buena forma de enseñar y de educar.

Una frase del segundo artículo que me parece que explica muy bien la situación es: "Sucede como con la gente que está acostumbrada a los coches y a las tumbonas pero entiende la importancia de hacer ejercicio". A todos nos gusta ir a los sitios en coche, pero tenemos que ser conscientes de que pasear a menudo es la mejor forma de mantener el cuerpo. Las maestras y los maestros somos los encargados de que los niños entiendan este concepto y tenemos que ser los que "filtremos" las nuevas tecnologías en el aula para saber darles un uso apropiado.

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